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entender lo que cerca della os paresce estando en tales terminos; hareys que se platique y mire entre todos, qué es lo que mas se podria y convernia hazer tanto de nuestra parte como de la suya en caso que no obstante todos los oficios hechos con su Sd. se procediese adelante en el concilio, celebrandose en Bolonia, para poderlo impedir y que tornase a Trento, y nos deys particular aviso dello con el primero.

(Leg. 643. fol. 32.)

14. Carl an Diego de Mendoza. 25. April 1547.

Desde Egre os escrivimos ultimamente como havreis visto haviendose rezebido aquel mismo dia vuestra letra de 26 del passado, a la qual no conteniendo otra particularidad sino la de Pomblin no ay que satisfazer mas de remitirnos a lo scripto y sperar a mejor coyuntura para effectuarlo si ser pudiere.

En lo del Conde Nicolo de Pitillano, el qual dezis que se ha declarado por nuestro vasallo y alzado vanderas en sus lugares, ya os tenemos scripto que siendo aquel estado feudo del Imperio como el dicho conde lo afirma no podemos dexar de rezebirle debaxo de nuestra proteczion y amparo y hazer conforme a esto en su benefizio lo que se podra.

Juan de Vega nos escrivio lo que su santidad havia respondido en lo que se le hablo de nuestra parte tocante a la translacion del concilio como se os scrivio y del havreis entendido; despues haviendo el nuncio tenido cartas de su santidad de cinco del presente nos pidio audiencia a los 14., y haviendosela dado luego comenzo su platica con quexarse de Juan de Vega por la prisa con que despacho el correo con la respuesta de su santidad sin aguardar las cartas del cardenal Fernes, no haviendo sido aquella resoluta, con dezir que por hazer el officio antes que vos llegassedes o por alguna otra causa havia usado de mas diligencia de la que hiziera sino huviera de por medio estos respectos alargandose en disculpar a su santidad y justificar sus cosas con venir a dezir que su santidad holgaria de que el concilio bolviese a Trento o donde paresciesse mas a proposito, pero que seria menester que huviesse alguna dilacion en medio y por la auctoridad del concilio y que entretanto

los perlados que estan en Trento fuesen a Boloña para tractar entre todos de la buelta y lo que mas cerca della converna, pues el de si solo no era parte para hazerle bolver, y pidiendonos con mucha instancia que quisiessemos oyr la carta que de Roma se le havia scripto, la qual era bien larga, le diximos que pues no contenia otra cosa mas de lo que de palabra nos havia antes dicho que lo pudiera muy bien excusar, y que quanto a lo que se quexavan de Juan de Vega, que no veyamos que su platica huviesse tenido mas sustancia de lo que el dicho Juan de Vega nos havia scripto, y que todo lo de su santidad y los suyos eran siempre palabras y al fin paravan en dezir que no era parte para hazer bolver el concilio, añadiendo que no podiamos entender a su santidad, pues unas vezes se hazia superior del y otras inferior como agora; a lo qual replicando el nuncio y queriendo alargarse en disputar de la auctoridad del papa le diximos que no era tiempo de disputar della ny queriamos meternos en semejante platica, pues no era por remedio el effecto de lo que se pedia y era tan nezesario, y que lo que agora convenia no era sino que el concilio bolviese en todo caso a Trento como justamente se ha pedido; y discurriendo el dicho nuncio por la platica y viniendo a tocar en la seguridad del concilio con dezir que no nos tocava ni era menester sino quando fuessemos requeridos de los perlados y que Boloña era lugar seguro y donde podrian dezir y hablar libremente, le respondimos que nos sabiamos muy bien qual era nuestra auctoridad y lo que como a emperador nos pertenezia de la dicha seguridad y proteczion requerido o no requerido, y que assi no havia para que tractar della.

Y tornando el nunzio a repetir otra vez que convernia que en todo caso mandassemos a los perlados que estan en Trento que fuessen a Boloña por lo que tocava a la auctoridad del conzilio y escusar el inconveniente que por ventura se podria causar de scisma, pareziendonos que lo havia dicho de mala manera, le respondimos que no solamente a Boloña si fuesse menester pero que a Roma los hariamos yr y les acompañariamos con nuestra propria persona como convernia por assegurarlos, alargandonos en dezir y encareszer la no buena intenzion y actiones del papa juzgadas de todo el mundo por ser ya tan manifiestas; y queriendo sacar el dicho nuncio y preguntandonos que mal hazia el papa,

no le respondimos otra cosa sino que hazia de bien ninguna cosa; a que dixo de presto, a lo menos atiende a vivir, y nos le respondimos que esto era la verdad, pues se sabia el studio y cuidado que tenia dello y de engrandescer su casa y juntar dineros, y que por tener fin a esto echava atras todo lo que tocava a su officio y dignidad, pero que nos speravamos en Dios. que aunque su santidad se descuidasse desto y no quisiesse ayudarnos que el nos haria merzed de endereszar y hazer lo que conviniesse a su servizio, y aun por ventura mucho mejor de lo que su santidad querria; y el nuncio entonzes quiso excusar al papa y abonarle con dezir que al cabo no faltaria de hazer todo lo que pudiesse en benefizio de nuestras cosas confiando que le corresponderiamos a su buena voluntad aun hasta darnos los roquetes de los perlados de la christiandad; a que le respondimos que assi lo teniamos creido que nos daria los roquetes viejos y rotos y el se quedaria con los dineros y que al cabo no conoziamos del otra cosa sino ser un viejo obstinado; a lo qual haviendo el nuncio replicadonos que pues esto se conoszia de su santidad era bien regalarle y darle mas satisfaction que hastaqui en lo tocante a la empressa de Alemaña y justificar las causas porque no se havia hecho menzion del en los tractados y ablandar la aspereza que estos dias se havia usado con el, le respondimos que siempre haviamos hecho lo que deviamos de que podran ser buenos testigos todos los del mundo, el qual estava lleno de quan lexos yva su santidad de todo lo que era obligado por su dignidad y offizio; y tocandonos a este proposito no se que de los legados no podimos excusar de dezir lo que sentiamos del cardenal Sancta Cruz y del ruin offizio que siempre hazia en las cosas publicas de la christiandad y particulares nuestras, llamandole de poltron y que con el tiempo veria muy bien lo que hariamos.

Dexando suspensa esta materia del concilio y lo que mas della se siguio passo a tractar de la venida del legado Sfondrato, y de como se havia su sanctidad resuelto de embiarle con resoluzion de algunas cosas asi sobre lo del concilio como de la plata de las iglesias y comission de don Juan de Mendoza, de manera que seriamos satisfechos, no dexando de tocarnos en que su santidad havia sentido y notado lo que diximos que no tomariamos las armas contra el rey de Ingalaterra por

su respecto, lo qual le tornamos a confirmar por los mismos terminos que la vez passada y mas claros por havernos dexado al mejor tiempo; y hablando el dicho nuncio sobre las cosas de Levante y queriendo encareszer los avisos que se tenian de armada del Turco por este año le respondimos que ya se tenian por aca los verdaderos, y que los que su santidad dezia no dubdavamos que serian tales como el mismo los desseava; y queriendo el nuncio replicar sobreste punto y los arriba dichos le respondimos que no queriamos mas disputa con el, pues su manera de negociar era tal que nos forzava a dezir cosas que aunque verdaderas las pudieramos dexar sino fueramos irritados, y que ya nos tenia mohino con traernos continuamente palabras y repiquetes sin ningun effecto ni sustanzia, y que si tal pensaramos no le huvieramos dado audiencia y que de aqui adelante tuviesse entendido que no negoziariamos mas con el, añadiendo que si cerca de lo arriba dicho quisiesse dezir alguna cosa hablasse con nuestros ministros que ellos le darian la respuesta, y con esto le despedimos. Despues el dicho nuncio hablo con el obispo de Arras repitiendo lo que havia passado con nos aunque dexo de tocar algunas particularidades; y al fin de haverle bien oydo y passado entrellos algunas cosas que se dexan de expressar aqui por excusar prolixidad acabó el obispo con dezir que le dolia mucho que aquellas entre su santidad y nos anduviessen en tales terminos mayormente en estos tiempos, pero que las nuestras havian sido y eran tan justificadas que delante de todo el mundo se podran muy bien dezir, y que la respuesta que le dava de nuestra parte en lo tocante al concilio. era que nos os teniamos scripto ultimamente lo que haviades de tractar con su santidad sobreste puncto, y que por lo que agora nos havia hablado de nuevo, pues era lo mismo que de primero, no veyamos porque deviessemos hazer mudanza sino remitirnos a aquello, confiando todavia que su santidad con las razones y causas que se le han apunctado y de cada dia se offreszen de nuevo quanto mas va adelante la cosa mirara de hazer en esto lo que se le pide y dara orden como el concilio buelva a Trento.

De lo qual todo os havemos querido avisar assi particularmente para que esteis advertido y os governeys conforme a ello, y paresziendoos que los de su santidad hazen grand fundamento de que la translazion fue legitimamente hecha les dareys

a entender que ya no se mira en esto ny es necessario tractar dello sino que llanamente, pues ya cessa la causa que se pretendio entonzes de la contagion, buelva el conzilio a Trento como es mas que necessario.

En lo tocante a la venida del legado no pareszio darle ninguna respuesta ny el la pidio, y assi ny se la havemos aprobado ny reprobado. Por el sumario que con esta se os embia entendereys la victoria que nuestro Señor nos ha dado contra el duque Juan Federico de Sassa que haviendo sido en tan breve spacio y sin daño de ninguno de los nuestros o tan pocos que no son diez entre muertos y heridos se puede bien conoszer haver sido guiada por su mano, de lo qual dareys razon donde y como convenga.

(Leg. 644. fol. 87.)

Die Depeschen Mendozas aus Rom sind schon gedruckt bei Döllinger I. p. 53 ff.

15. Carl an Don Juan Hurtado de Mendoza, seinen Gesandten in Venedig. Nürnberg, 7. Juli 1547.

Quanto a lo que dezis que con ocasion de la instancia que el Venier y despues el obispo de Fano y el legado han hecho a esta republica exhortandola a la liga defensiva que tantos dias ha que se platica, juntamente con lo que este embaxador que cerca de nos reside les ha dado a entender que nos tengamos intencion de proponer a los estados del imperio una liga defensiva y offensiva contra los que tuvieron ocupado algo del imperio se han ay alterado: por el inconveniente y sombra que esto podria tener si assi se dexasse sera bien y converna que luego en recibiendo esta pidais audiencia y hableys a los dessa signoria certificandoles y assegurandoles de nuestra voluntad que es y sera siempre de guardar y observar la buena intelligencia y verdadera amistad que con ella tenemos como por lo passado han podido conoscer y que nunca jamas havemos pensado en proponer en dieta ny fuera della lo que ay se ha querido dezir de la liga ofensiva sino solamente defensiva para las cosas de Germania y para la pacificacion y buen asiento dellas, y que aunque aviendo de ser la proposicion de la dieta tan publica que ninguno dexara de entender los puntos della y es de creer

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